¿QUIEN DIJO QUE VOLAR ES IMPOSIBLE?

Andrés Felipe Rendón a sus nueve años soñó con volar como las aves, pero a medida que fueron pasando los años se dio cuenta de que nunca podría hacerlo; Andrés Felipe cuando peleaba con sus padres o algún amigo de la infancia, corría y se acercaba al patio de la casa y se recostaba para ver las aves flotar en el cielo, mientras pensaba en lo que se sentiría estar en el lugar de ellas, pues quizás en el cielo no tendrían tantos problemas, y solo podrían relajarse.

A medida que fueron pasando los años, Andrés Felipe  tenía muy presente su sueño de volar y alcanzar al pájaro que estuviera mas elevado; un día, cuando cumplió 17 años, su padre se los iba a celebrar en la finca de la tía, la cual quedaba en San Pedro, pero cuando estaba en el carro rumbo allá, pasaron por el volador de medina, una gran montaña de donde se tiran los parapentistas.

Este lugar se encuentra en la carretera Vía a San Pedro, es una montaña alta, con la facilidad de subir  a ella por medio de unas escaleras que están agrietadas, con distancias desiguales una de la otra, pero al final se encuentra un gran plan ubicado en la punta y una hermosa vista  a la ciudad de Medellín, donde se observa más que todo el municipio de bello.

En ese momento Andrés Felipe descubrió que volar no era tan imposible como pensaba, que sí existía una manera de hacerlo, en ese instante sintió como la alegría le invadía cada parte de su cuerpo y le pidió a su padre que el único regalo de cumpleaños que quería era montar en un parapente, su padre aceptó, pues nunca ignoró el sueño de su hijo, y subieron juntos al volador, para darle el gran regalo de cumpleaños.

Allí llegó Andrés Felipe, con el corazón latiendo fuerte, nunca olvido aquel día cuando llegó por primera vez, sintió ese deseo de coger una ala e irse a volar sin importarle nada; el instructor lo llamó y le pidió que estuviera tranquilo,  mientras tanto le puso un casco y lo aseguró con un arnés, Andrés Felipe mientras tanto comenzó a sentir un poco de impaciencia por despegar rápido.

 Desde ese día, comenzó a practicar este deporte, ahora Andrés Felipe ha crecido, ya tiene 28 años y lleva 11 de ellos practicando el parapente, es un joven con estatura alrededor de 1.76, con un peso aproximadamente de 80 kilos, lo que hace de él un hombre bien formado, al observarlo refleja una actitud llena de energía que se percibe en sus acciones y su manera de hablar.

Todavía tiene la costumbre de mirar al cielo, pero ahora lo hace pensando en ese lugar  donde descarga toda la adrenalina, mientras se imagina cuantas maniobras podría estar haciendo, porque para Andrés Felipe las maniobras son lo mejor de este deporte y una buena forma de relajarse, aunque según él, es un deporte que requiere responsabilidad y destreza para practicarlo.

Finalmente,  Andrés Felipe en la actualidad es un experto en el parapente, no solo a experimentado la belleza del paisaje de el volador de medina, sino que  también ha viajado a argentina, y a nivel nacional, a estado en Cali y santa fe de Antioquia, entre otros lugares, admirando la belleza de cada sitio, teniendo la sensación de libertad, tranquilidad, sintiendo las corrientes de aire, escuchando sólo el sonido del viento, además una alegría inmensa de apreciar estos paisajes, y  ¿quien dijo que volar es imposible?.